La evaluación comienza con la recogida de toda
información que permita conocer la situación del enfermo y estará en
dependencia de muchos factores, dentro de los cuales se encuentran la
enfermedad que exige el tratamiento quirúrgico, su naturaleza y estado
evolutivo, situación de agravamiento o no, y lo que se pretende lograr. Resulta
importante conocer la presencia de otras enfermedades y su estado de
compensación, determinar si es conocida o sospechada y si resulta lo
suficientemente peligrosa como para retrasar, modificar o contraindicar la
operación, e identificar las enfermedades conocidas de acuerdo a la severidad,
para prever complicaciones. Se precisará la ingestión de fármacos y la
presencia de hábitos tóxicos, entre otros, ya que pueden repercutir sobre el
desarrollo perioperatorio y/o la morbilidad.
Por tanto resulta importante la recopilación exhautiva de
datos de salud del enfermo. Para evitar el olvido de estos aspectos debe
tenerse a mano una guía elaborada que los registre con exactitud.
1- EVALUACIÓN
Como fuente portadora de datos podemos citar la historia
clínica. Este documento oficial, que presenta el paciente desde su ingreso en
la unidad hospitalaria, contendrá información desde el comienzo de la
enfermedad hasta las investigaciones realizadas para llegar al diagnóstico
preoperatorio, así como antecedentes de otras enfermedades, por lo que
presentará interrogatorios, exámenes físicos, estudios complementarios y los
diferentes criterios médicos sobre diagnóstico, evolución y enfoques
terapéuticos. Hoja anestésica: ésta debe ser realizada por un anestesiólogo,
quien analizará los datos de la historia clínica y efectuará su consulta en
forma directa al enfermo. Se iniciará en la consulta preanestésica del
preoperatorio, y debe realizarse con antelación al día de la intervención
quirúrgica, de manera que permita la realización de algún otro estudio que se
necesite.
2- ELABORACION DEL PLAN ANESTÉSICO
A partir de la información recopilada, se trazará una
estrategia de trabajo que permita una mayor seguridad al enfermo. Se tomarán
las medidas requeridas para la adecuada preparación y la aplicación del
proceder anestésico, las cuales comienzan desde la información al paciente para
crear un ambiente de confianza, hasta las indicaciones que exijan una preparación
de acuerdo a lo hallado en la historia clínica y el examen. Se incluirá también
el equipamiento y la monitorización necesaria para el seguimiento
perioperatorio.
3- CONSULTA PREANESTÉSICA
Debe ser realizada en un local provisto de recursos que
permitan la recogida de datos como peso talla, examen físico, etc., con
suficiente privacidad y brinde un ambiente propicio para que el enfermo se
sienta seguro. El médico debe tener una participación activa y registrará en la
hoja anestésica, que acompañará a la historia clínica, todo lo que considere de
mayor interés y pudiera repercutir en el transcurso de la anestesia que se
seleccione. Se revisará toda la documentación que acompañará a la historia
clínica, incluyendo el consentimiento del enfermo. Todo ello ayudará a
identificar y valorar riesgos. La hoja de evaluación anestésica, de la que
existen diferentes modelos, tiene el objetivo de recopilar datos de las
distintas etapas, pre, trans y posoperatorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario